Así lo muestran, según recoge este trabajo de investigación, los esqueletos enterrados en la necrópolis de A Lanzada (Pontevedra), donde se hallan restos humanos por un período continuo de 700 años, y que presentan diferentes niveles de metales en los cuerpos en función de su antigüedad.
La directora del estudio, Olalla López Costas, expone que “la minería y la metalurgia masivas de esos siglos se reflejan a la perfección en los huesos de las personas que vivieron en ese ambiente contaminado”, ya que arrojan niveles de plomo y mercurio muy superiores a los procedentes de la Edad Media.
Durante el período romano -añaden desde la USC- se dio un “clímax de la contaminación atmosférica” procedente de la intensidad de estas actividades en el noroeste peninsular, el cual demuestra que estos efectos en el medio ambiente “llevan afectando a la vida de las personas durante más de 2000 años”.
El estudio, dirigido por López Costas y en el que han participado los investigadores del grupo EcoPast Noemí Álvarez Fernández y Antonio Martínez Cortizas, ha sido publicado en la revista “Science of the Total Environment”.