Este tipo de casas son posibles gracias a la elaboración de la “madera plástica”, un material hecho a base de varios polímeros y que fue ideado por el ingeniero Ramón Espinosa como una solución a la contaminación que produce la basura plástica generada tanto en los hogares como en la industria.
Desde que era estudiante de la Maestría en Energías Renovables, hace poco menos de una década, Espinosa quiso crear un material que fuera resistente, abundante y no afectara el medioambiente.
El plástico fue una buena opción pues lejos de disminuir el consumo a nivel mundial, en aquel momento iba en aumento.
El resultado de años de pruebas con diferentes polímeros es la “madera plástica”, una lámina altamente resistentes que se obtienen de moler los plásticos que usamos todos los días en el hogar: desde botellas de leche y bolsas hasta los esqueletos de aparatos electrónicos, además de materiales postindustriales.
Todos estos elementos son tratados y fundidos en máquinas especiales.
Tras este proceso, se obtiene una placa multicolor, lisa y capaz de soportar toneladas de peso o de ser modificada según las necesidades de la casa que se vaya a construir.
Una casa de este material es 30 % más económica en comparación con las convencionales, y requiere un mantenimiento mínimo.
Una construcción pequeña para dos o tres personas puede tardar cuatro semanas en estar lista, pues no requiere estructura interna y solo requiere una base de concreto.
Espinosa muestra una casa que a primera vista pareciera normal, pero fue construida totalmente con láminas de plástico desde la valla que la rodea hasta el lavamanos.
La mezcla del material reciclado solo es evidente en áreas como las paredes del baño o una habitación en la que la textura y los colores naturales de la placa sirven como decoración.
En esta vivienda, la instalación de servicios básicos como agua, luz y gas se hace de una forma muy parecida al de una casa convencional, y no hay problemas de funcionamiento. Incluso se pueden colocar paneles solares.
EFEverderde