DIEGO SANTANDER Caracas Actualizado Miércoles, 11 septiembre 2019 - 14:04 Compartir en Facebook Compartir en Twitter Enviar por email Ver 57 comentarios En los quirófanos faltan un 34,1% de medicinas e instrumental, según la última Encuesta Nacional de Hospitales. La situación mejora sólo por los kits de emergencia.

Crédito: REUTERS

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Las emergencias de los principales hospitales de Venezuela sufren un desabastecimiento del 43,3% de medicamentos e insumos que se consideran indispensables para la atención básica de los pacientes, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Hospitales, elaborada en julio por varios grupos de médicos y la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.

En los quirófanos, la situación también es preocupante, pues faltan el 34,1% de las medicinas e instrumental necesarios, según precisó el doctor Julio Castro, que ha dirigido el estudio.

Sin embargo, la disponibilidad ha mejorado un poco desde noviembre pasado, a pesar de los cortes eléctricos que afectan al país, posiblemente por la distribución de kits de emergencia a distintos hospitales por parte de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y de distintas agencias de las Naciones Unidas, en el marco de la ayuda humanitaria solicitada por el jefe parlamentario Juan Guaidó.

"Cada kit de emergencia, de una tonelada, no satisface las necesidades de los hospitales. Ninguna ayuda humanitaria puede sustituir a un sistema de salud decente", dijo Castro a los periodistas, aclarando que la ayuda humanitaria recolectada por la oposición en Colombia y en islas del Caribe ya ha entrado en Venezuela.

Castro aseguró que los médicos que realizaron la encuesta no han podido verificar dónde se ha distribuido la ayuda humanitaria que el régimen de Nicolás Maduro dice haber recibido de China y Rusia, sus principales aliados.

En diciembre de 2018, el mes más crítico desde que arrancó el estudio, el desabastecimiento en emergencias llegó a ser del 53,4% y en los quirófanos de un 38,6%.

En algunos estados de la provincia, como Trujillo, Mérida, Amazonas, Cojedes, Barinas o Monagas, la situación es mucho más grave, y el desabastecimiento de medicinas e insumos en los hospitales oscila entre el 80% y el 90%.

El deterioro de servicios como electricidad y agua en los centros de salud ha sido "crónico, largo y progresivo", según el estudio. Durante el mes de julio, el 70,87% de los hospitales tenía un servicio "intermitente" de agua, es decir, no contó con agua todos los días, mientras que sólo el 26,21% de los hospitales tuvo agua todos los días y el 2,91% no tuvo agua ningún día.

El promedio de horas sin servicio eléctrico en los centros de salud venezolanos fue del 6,8% durante julio.

"Existe una correlación entre la falla en el servicio eléctrico y el suministro de agua, siendo marzo (el mes que iniciaron los apagones nacionales), en ambos casos, el mes más crítico", agrega el estudio.

Afortunadamente, el número de fallecidos relacionados con los cortes de energía eléctrica ha disminuido: fueron 26 durante el primer apagón a comienzos de marzo, seis en el segundo apagón a finales de marzo, y ninguno en el último apagón en julio.

Los médicos que realizan la Encuesta Nacional de Hospitales también monitorean detalladamente el número de muertes que podrían haberse evitado si se contaran con los insumos necesarios y los servicios funcionaran de forma adecuada.

A finales de diciembre de 2018 se había registrado unas cuatro "muertes evitables" cada semana en promedio en los hospitales venezolanos, una cifra que aumentó a siete cuando ocurrió el primer apagón nacional. Para julio, las muertes que pudieron evitarse fueron 4,4 en promedio semanal, una disminución que los médicos también asociaron al ingreso de ayuda humanitaria.

"Esta medición no busca ser un registro o índice de mortalidad hospitalaria, sino una evaluación sobre el contexto donde se busca enfatizar que hay muertes que pueden ser interpretadas a la luz de los hechos, como lo es el desabastecimiento de medicamentos. Las definiciones clásicas de causa de muerte no contemplan fallas en los servicios públicos, ni falta de insumos o medicamentos", aclara el informe.

La operatividad de los quirófanos en todo el país ronda el 50%, una cifra que se ha mantenido estable desde finales de 2018 en unos cinco quirófanos por hospital. El promedio bajó a dos con los apagones.

En la conclusión del informe los médicos subrayan que, a pesar de la leve mejoría en los últimos meses, ninguno de los hospitales venezolanos se encuentra en condiciones normales, ni siquiera óptimas para las atenciones básicas que debe brindar un centro de salud.

"Nuestros médicos y pacientes han tenido que adoptar el 'no hay' como una normalidad: no hay agua, no hay luz, no hay ascensor, no hay aspirina o no hay sutura. Y eso dista mucho de ser no solo lo que se considera un servicio óptimo, sino del derecho de los venezolanos a un sistema de salud de calidad", agrega el documento.

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