Los incendios han forzado la evacuación de 60.000 personas en un radio de 6,4 kilómetros.

Imagen: La Vanguardia

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Tres trabajadores han resultado heridos y 60.000 ciudadanos de cuatro ciudades han sido evacuados después de que ayer se registraran múltiples explosiones en una planta petroquímica de Port Neches, en Texas. Las explosiones han derivado en un incendio que se mantiene activo y ha obligado la salida de todas las personas en un radio de 6,4 kilómetros. De momento, se desconocen las causas del accidente, aunque no es la primera vez que sucede un incidente de las mismas características en la región.

La primera explosión se registró el miércoles por la madrugada. Sus efectos fueron tan devastadores que la onda expansiva llegó a kilómetros de distancia, derribando puertas y ventanas de los edificios más cercanos, y sus efectos fueron detectados incluso por un satélite. 12 horas después tuvo lugar una segunda explosión a la que le siguieron más detonaciones secundarias e incendios. El juez del condado de Jefferson, Jeff Branick, ha declarado el estado de desastre.

Branick calificó como “un milagro” el hecho de que, por el momento, no se hayan registrado víctimas mortales y que sólo se tenga conocimiento de tres heridos leves. Todos los trabajadores de la planta están a salvo.

Según ha informado la oficina administrativa del condado, los bomberos están trabajando para enfriar la zona y agentes de la Policía patrullan por las zonas evacuadas para evitar los robos y saqueos. “No creo que el enfoque esté en apagar el fuego, sino dejar que los materiales se quemen y mantener los tanques circundantes refrigerados con el agua rociada”, dijo el juez Branick en una conferencia de prensa.

“En este momento, está contenido y no va a ninguna parte, pero no está bajo control”, dijo el capitán de la Oficina del Sheriff del Condado de Jefferson, Crystal Holmes, a la CNN el miércoles por la tarde. El incendio registrado tras las explosiones ha sido recogido por las imágenes enviadas por el satélite de una televisión local y por el radar del Servicio Meteorológico Nacional de Lake Charles, en Los Angeles, informó este organismo en su cuenta de Twitter.

Las explosiones han dañado los cristales de las casas situadas a varios kilómetros de distancia e incluso a afectado a un escuela de la zona, según la misma emisora, que reveló que se ha abierto un refugio en Nederland. “Nos despertamos con vidrios rotos por todas partes y partes del techo caídas, las puertas arrancadas” por la onda expansiva de la explosión, dijo Ryan Mathewson, de 25 años, que vive con su familia cerca de la planta siniestrada.

La instalación incendiada es un planta del grupo TPC que produce derivados del petróleo. Ofrece una amplia gama de productos de calidad a empresas químicas y petroleras de todo el mundo, según su web, en la que informa de que la compañía tiene más de 175 empleados a tiempo completo y 50 contratistas.

Las explosiones en Port Neches siguen una serie de accidentes similares en Texas este año. Una explosión en una planta química al noreste de Houston dejó en marzo a una persona muerta, solo dos semanas después de que un incendio en una instalación de almacenamiento de petróleo provocara el flujo de miles de litros de productos petroquímicos en el canal de envío de Houston. El complejo de refinación y químicos de los suburbios de Houston de Exxon Mobil Corp. estalló en llamas en julio.

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