La joven sueca catapulta la campaña para prescindir de las aerolíneas, acusadas por los grupos ambientalistas de no aplicar medidas para reducir las emisiones de gases.

gretabarco

Crédito: Handout / Reuters

GretaThunberg, la activista sueca de 16 años que denuncia la inacción de los gobiernos frente a la crisis climática, atravesará el Atlántico en un barco. Lo hará para participar en Nueva York en la próxima asamblea general de la ONU extraordinaria sobre cambio climático. Thunberg viajará, por primera vez, a América pero evitará la contradicción que hubiera supuesto utilizar el avión, un modo de transporte asociado a fuertes emisiones de gases invernadero: algo que ella combate vehementemente. Su decisión refuerza el movimiento Quédate en Tierra (o Vergüenza a Volar), promovido por grupos de todo el mundo, muy críticos con lo que consideran inacción de las aerolíneas a la hora de abordar la reducción de emisiones de gases.

En un tuit escrito el lunes, Thunberg confesó que le habían ofrecido hacer el trayecto navegando en el Malizia II, un yate equipado con paneles solares y turbinas que producen energía eléctrica. Así, navegará hasta Nueva York sin quemar combustibles fósiles.

La joven sueca siempre ha cubierto las largas distancias en tren. Ha sido su modo más habitual de moverse para ir a Davos, París o Bruselas, algunas de las ciudades donde ha desplegado su oratoria naif y rotunda para sacar los colores a los gobernantes inactivos frente a la crisis climática.

El presidente español, Pedro Sánchez, le invitó hace algunos meses a visitar la Moncloa, pero ella rechazó el ofrecimiento invocando su negativa a volar.

Y, hasta ahora, no se ha salido de su guion.

Thunberg, que dejará de ir un año a la escuela para ayudar a concienciar a la gente acerca de la emergencia climática, también participará en Santiago de Chile en la conferencia del Convenio de Cambio Climático de la ONU que se celebrará en diciembre.

“Aún tenemos un atisbo de esperanza cuando las cosas están en nuestras manos. Pero es cada vez menor. Por eso, he decido hacer el viaje ahora”, explicó el lunes.

Pero no será un viaje de lujo, según Boris Herrmann, el capitán del barco.

El yate ha sido diseñado para la competición pero no para el confort. Por eso, no tiene ni cocina, ni sistema de refrigeración o aire acondicionado ni ducha. Le acompañarán un cineasta; su padre, Svante Thunberg, y Pierre Casiraghi, patrón del equipo del Malizia II y nieto del príncipe Rainiero de Mónaco y la actriz Grace Kelly.

Hay pocas embarcaciones como el Malizia II. Casiraghi ha confesado que su equipo desarrolló este innovador barco ante la frustración y la incongruencia que significaba trabajar en tareas para mantener limpios los océanos mientras simultáneamente quemaba combustibles fósiles.

Hace unas semanas Thunberg habló, de nuevo, públicamente sobre sus reparos para acudir a Nueva York y de Chile y volvió a apuntar la huella ecológica de los vuelos.

Y fue en este contexto en el que Herrmann y Casiraghi le ofrecieron a la joven subir a bordo,lo que le permitirá cubrir un periplo con escalas en Canadá, México y Sudamérica, donde le espera un agenda repleta. En todas estas zonas viajará en tren y en autobús.

Fuente

Noticias Relacionadas

Histórico acuerdo de igualdad salarial en el fútbol de Estados Unidos

Leer Nota

Masacre en Texas: Al menos 19 alumnos y 2 maestros asesinados

Leer Nota

Dia Mundial de la Salud: "Nuestro planeta, Nuestra Salud"

Leer Nota

Millennials y generación Z: por qué se llama la "generación deprimida"

Leer Nota