La euforia de algunos palestinos contrasta con la preocupación israelí. Después de la fuga de seis palestinos de una prisión de máxima seguridad en Israel, cientos de personas se manifestaron a favor de los reclusos en Cisjordania.
Jihad Abu, uno de los manifestantes, le dijo a Reuters que "salimos en solidaridad con nuestros prisioneros en las cárceles de los ocupantes". "Es lo mínimo que podemos hacer por nuestros heroicos prisioneros", añadió.
Como Abu, cerca de 500 palestinos alzaron su voz a favor de los reclusos en las ciudades de Ramallah, Belén y Hebrón, entre otras, porque muchos consideran a los encarcelados por Israel como héroes.
Algunas de las manifestaciones más fuertes se dieron en los distritos de Beita y Huwara, cerca de la ciudad de Nablus, en Cisjordania. Allí, un centenar de palestinos resultaron heridos en choques con las fuerzas de seguridad israelíes, según reportó la Media Luna Roja Palestina.
Según AP, en Jerusalén oriental también se presentaron protestas, en las que las personas coreaban “¿dónde está Zakira?”, haciendo referencia a uno de los más conocidos de los prisioneros fugados. Las tropas israelíes dispararon paralizantes contra los manifestantes que estaban reunidos en la Puerta de Damasco.
La situación tensiona la relación entre Israel y los palestinos. Pues, mientras que las fuerzas israelíes endurecen los controles en sus fronteras y generan traslados de los prisioneros, los palestinos hacen un llamado a que se impidan dichas reubicaciones.
El caos se extendió en diferentes cárceles del país, donde los prisioneros comenzaron incendios. Según el Servicio de Prisiones israelí, se reportaron llamas en dos celdas en diferentes alas de la prisión de Ramón, al norte del país. Mientras que un grupo de prisioneros palestinos informó que hubo incendios en la prisión de Ketziot, el centro de detención más grande de Israel.
Al respecto se pronunció Naftali Bennett, primer ministro israelí, quien dijo que “los eventos tienen el potencial de impactar frentes numerosos”. "Israel está preparado para cualquier escenario", concluyó.
Israel endurece los controles
La huida de los seis reclusos de la prisión de Gilboa el lunes es la mayor fuga en décadas. Por lo que puso en jaque el sistema penitenciario israelí, considerado como uno de los mejor dotados del planeta. Según informes, los servicios de seguridad de Israel siguen investigando si los prisioneros tenían ayuda dentro o fuera de la prisión.
Además, las fuerzas israelíes endurecen una persecución masiva por el norte del país. Paralelamente, ya se anunciaron nuevos cierres de puestos de control entre Israel y Cisjordania.
Asimismo, a comienzos de esta semana, al menos seis familiares de los fugados fueron arrestados por las autoridades israelíes, según reportó este miércoles una organización palestina de defensa de prisioneros.
La búsqueda se da en medio del Rosh Hashaná, la celebración del año nuevo judío, por lo que el nuevo Gobierno busca mantener la calma. Sin embargo, la preocupación israelí es que los fugados, que cumplían condenas severas, puedan realizar algún tipo de “ofensiva”.
La fuga, un nuevo malestar en las relaciones israelí-palestinas
La fuga reabre las tensiones entre Israel y los palestinos. El partido político Fatah -del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas- elogió la huida de la prisión a pesar de que no ha dado más detalles al respecto.
Además, la Autoridad Palestina ya había tenido que hacerle frente a una descontento popular por la muerte de un activista bajo su poder. Por lo que de ser detenidos los fugitivos en Cisjordania, crearían una nueva imagen desfavorable.
Mientras tanto Israel intenta contener la euforia colectiva y se enfrenta a la puesta en duda de un sistema carcelario del que se mostraban orgullosos.
