Cientos de activistas recorrieron en diez días 350 kilómetros del río Chao Phraya, en Tailandia, para recolectar unas dos toneladas de plástico y exponer la cantidad de basura que desemboca en el mar.

Crédito: EFE/Diego Azubel

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La campaña comenzó el 1 de octubre en la provincia de Nakhon Sawan, en el centro del país, y concluyó hoy en Bangkok con la entrega de una petición al Parlamento tailandés para que el país se alinee al Acuerdo de París alcanzado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 2015.

“La petición incluye temas principales como la implementación de iniciativas en entidades gubernamentales y privadas, que sean de mayor alcance y de largo plazo, que tengan una mayor probabilidad de tener un impacto en el estado general del planeta”, dijo a Efe el vicerector de Sostenibilidad de la Universidad de Thammasat y líder de la iniciativa, Prinya Thaewanarumitkul.

El profesor aseguró que las autoridades del país no están “lo suficientemente preocupadas por esta situación” pero señaló que no se trata de un problema que solo los políticos deben resolver sino que “la gente, los ciudadanos, los dueños de este país necesitamos actuar ahora”.

Las piraguas fueron adaptadas con canastas para la recolección de basura que no solo se limitó a plásticos sino también a otros objetos como retretes, material de construcción e incluso un televisor que los activistas encontraron en su camino.

La campaña llamada “Kayaking for Chao Phraya” recolectó 2.200 kilos de desperdicios y atrajo a cerca de mil voluntarios que se sumaron a la iniciativa a su paso por las diversas provincias del país.

El Gobierno tailandés planea eliminar las bolsas de plástico más finas y de uso único en 2022 y, tres años más tarde, las pajitas y los vasos desechables de este material derivado del petróleo. El plan gubernamental también busca acabar con el 70 por ciento de las bolsas más gruesas, como las de los centros comerciales, en los próximos 20 años.

Sin embargo, esta ambiciosa iniciativa se enfrenta a la lenta burocracia, la presión de los productores y años de malos hábitos de consumo en Tailandia, que genera más de 2 millones de toneladas de residuos plásticos cada año.

Nattapong Nithiuthai, uno de los activistas que realizó los diez días de recorrido, dijo que su implicación con la campaña fue debida a la falta de políticas concretas y señaló que “aunque las autoridades sí están trabajando en el tema, están lejos de hacer lo suficiente”.

Tailandia es uno de los países que más contaminan con desechos los océanos junto con China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Sri Lanka. En 2015, la revista Science determinó que Tailandia desecha cada año entre 150.000 y 410.000 toneladas del total de entre 4,8 y 12,7 toneladas de residuos de plástico que se vierten al mar en todo el mundo.

Fuente: EFEverde

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