Científicos reconstruyen 600 años de patrones climáticos en Sudamérica gracias a la información contenida en los anillos de crecimiento de los árboles.

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Reconstruir el clima del planeta es una tarea detectivesca que exige ir a buscar diminutas pistas de información en lugares tan recónditos como las capas de hielo más profundas de los polos. Pero los viejos árboles también son archivos de información del pasado y gracias a ellos un grupo de investigadores sudamericanos, junto con otros de Europa, Canadá, Rusia y Estados Unidos, logró reconstruir el atlas más completo de las sequías que a lo largo de 600 años han azotado a Suramérica.

El nuevo atlas cubre Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, la mayor parte de Bolivia y el sur de Brasil y Perú y fue posible gracias a los registros existentes de anillos de árboles recolectados en estos países. Como lo señaló Kevin Krajick en una reseña sobre este tema para el Earth Institute, los anchos de los anillos de crecimiento generalmente reflejan cambios anuales en la humedad del suelo. Las sequías, así como las inundaciones, dejan marcas en esos anillos permitiendo a los científicos deducir información sobre las condicones de humedad del suelo en diferentes instantes.

El trabajo publicado por los científicos en la revista Proceedings of the National Academy of Science indica que ha habido un aumento constante en la frecuencia de sequías extendidas desde 1930. La grave escasez de agua ha afectado el centro de Chile y el oeste de Argentina entre 1968-1969, 1976-1977 y 1996-1997. Actualmente, las regiones secas del centro de Chile y el oeste de Argentina están sumidas en una de las sequías persistente más grave de la que se tenga constancia.

En algunas áreas, se han perdido hasta dos tercios de algunos cultivos de cereales y vegetales durante algunos años extremadamente secos. Esto amenaza “el posible colapso de los sistemas alimentarios”, comentó el autor principal, Mariano Morales, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales del Consejo Nacional de Investigaciónes Científicas y Técnicas a través de un comunicado.

“Todo es consistente con la idea de que se intensificarán los eventos húmedos y secos con el calentamiento global”, dijo Jason Smerdon, científico climático de Lamont-Doherty y coautor del estudio a a Krajick.

Usando la misma metodología, el grupo está expandiendo el atlas para incluir a Perú, Brasil, Bolivia y Colombia y lograr tener una idea de los cambios en todo el continente pero también aspiran a llevar los registros hasta los últimos mil años.

Los autores dicen que los cambios naturales en los patrones de sequías y lluvias son impulsados por interacciones complejas en los patrones de la circulación atmosférica en la tierra y en el mar. Varios factores entran en juego aquí. Uno son los vientos del oeste de baja altura que transportan humedad al continente desde el Pacífico. Otro es la precipitación controlada en parte por la Oscilación Antártica, un cinturón de vientos del oeste que rodea la Antártica. El tercer factor principal es la llamada celda de Hadley, un fenómeno global que eleva el aire cálido y húmedo cerca del ecuador y lo envía más al norte y al sur, dejando caer la precipitación a medida que avanza.

Los autores señalaron que el cambio climático asociado a los gases de efecto invernadero está alterando en estos factores en la región.

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