«En lo inmediato, aquello que puede ser hecho es muy probablemente decretar nuevas medidas de restricción del uso de agua, que pasan sobre todo por la actividad agrícola y por otras actividades urbanas», como «en el riego para los espacios verdes, limpieza de calles y algunos equipamientos», dijo Fernandes.
El ministro anunció también que el Gobierno destinará 5 millones de euros al Fondo Ambiental para campañas de sensibilización y para soluciones de contingencia por la sequía que atraviesa el país.
El 91 % del territorio luso se encuentra en situación de sequía severa o extrema, según divulgó esta semana el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA).
El Gobierno portugués ha limitado ya el consumo de agua para la producción de electricidad y regadío en seis grandes presas del país.
Portugal y España, otro de los países castigados por la falta de agua, han pedido a Bruselas medidas para compensar el impacto de la sequía.