Las zonas devastadas por la sequía de la zona rural de Australia han sido golpeadas por tormentas de polvo que amenazan con desplazarse sobre ciudades más pobladas, incluida Sydney, lo que trae un nuevo elemento al clima extremo que ha dominado el país durante el verano.
Las vastas nubes de polvo han sofocado ciudades del interior como Dubbo, en el estado más poblado del país, lo que se suma a la racha de clima inusual que ha afectado al país desde que estallaron cientos de incendios forestales en septiembre.
”Ya lo superé”, dice Tanya Fulton para Reuters, gerente de la piscina del consejo en Tottenham, un pueblo de 300 personas a 500 kilómetros al oeste de Sydney, que cerró el sábado por el polvo en el agua.”Ni siquiera podía ver el fondo de la piscina, era todo barro”, agregó Fulton por teléfono a la agencia.
Las tormentas que azotan Nueva Gales del Sur y Victoria han avivado los incendios forestales, matando a 29 personas y un estimado de mil millones de animales nativos.
En Canberra, la capital nacional, piedras de granizo del tamaño de una pelota de cricket rompieron las ventanas de los automóviles.
A principios de este mes, las autoridades instaron a las personas en Canberra a permanecer en el interior, pues el humo de los incendios forestales dejó el aire intoxicado.
El humo también interrumpió los preparativos para el Abierto de Australia en Melbourne la semana pasada, aunque el primer Grand Slam del año pudo comenzar el lunes con aire relativamente limpio.
Se pronostica que las tormentas lleguen a Sydney el lunes por la noche, por lo que algunas aerolíneas han cancelado vuelos.
”Estamos tratando de superar lo que hemos experimentado en la víspera de Año Nuevo y las semanas anteriores”, dijo Guy Chapma para Reuters, gerente general del Club Catalina, club de golf a 280 kilómetros al sur de Sydney.
