El fuego ya ha calcinado 330.000 hectáreas de selva, lo que amenaza el futuro de especies en peligro crítico de extinción que viven en este hábitat natural como el orangután.

orangutanes

Una nueva tanda de incendios lleva arrasando, desde principios de setiembre, las selvas de Borneo y Sumatra, en Indonesia, lo que amenaza el devenir de especies en peligro de extinción como el orangután.

Si la cría de ganado podría estar detrás del fuego en la Amazonia, el pulmón vegetal más grande del planeta, en Indonesia es la producción de aceite de palma lo que impulsa la quema de la segunda selva tropical más extensa del globo. Y es que, este es uno de los cultivos más preciados de la industria alimentaria y la cosmética, concentrándose el 85% de la producción en Malasia e Indonesia.

En lo que llevamos de año, la selva del Amazonas ha registrado un 83% más de incendios que los que se declararon en 2018 pese a que la temperatura y las lluvias no han variado con respecto al año anterior. Por su parte, Indonesia ha perdido en sólo tres semanas unas 330.000 hectáreas de selva tropical.

Todas estas llamas intencionadas que abren camino a plantaciones causando la muerte de los árboles durante el incendio -e incluso muchos meses después de que se haya extinguido- están causando estragos en la biodiversidad de estas regiones.

Así, por ejemplo, según han informado esta semana diferentes organizaciones conservacionistas, en la parte indonesia de la isla de Borneo los fuegos han obligado al rescate de varios orangutanes que presentaban severas afecciones respiratorias.

“A los orangutanes que sobreviven a los incendios no les queda nada para comer y mueren de inanición o se quedan aislados sin poder volver al bosque. Además, al acceder a cultivos o poblados están en riesgo de ser atacados”, señalaba en declaraciones a la Agencia Efe la bióloga española y directora de la organización International Animal Rescue (IAR), Karmele Llano Sánchez.

Algunos de los ejemplares rescatados estas semanas en Borneo fueron hallados en medio de campos calcinados por las llamas en los que sólo quedaban unos pocos árboles. Ahora serán trasladados hasta centros de rehabilitación donde recibirán la atención necesaria antes de ser reintroducidos en otros parques nacionales.

Esta no es la primera vez que ocurre algo así en Indonesia, pues la isla de Borneo vivió su peor año de incendios en dos décadas el pasado 2015, cuando fueron rescatados más de 40 de estos primates.

El orangután de Borneo (Pongo pygmaeus), clasificado como en peligro crítico de extinción por la UICN, es la especie más numerosa de estos primates. Cuenta con unos cuarenta y cinco mil individuos en estado salvaje, lo que supera con creces los siete mil quinientos orangutanes de Sumatra (Pongo abelii) que aún viven en su hábitat natural.

Las principales amenazas que planean sobre estas dos especies son los incendios, la tala de los bosques donde habitan para la producción de madera y aceite de palma, la fragmentación de hábitat que propicia la construcción de carreteras, la caza y el tráfico ilegal de las crías en el mercado negro.

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