Uno de los símbolos de la naturaleza de California está en peligro debido a una plaga de escarabajos y demasiados incendios forestales.

secuoyas

Las secuoyas gigantes (Sequoiadendron giganteum) son el árbol más grande y longevo del planeta. Algunos alcanzan o incluso superan los 90 metros de altura y pueden vivir 3.000 años. Se pensaba que estos enorme árboles era inmunes a todo. Resistían las sequías, los insectos y los incendios. Entonces sucedió lo impensable: las secuoyas empezaron a morir.

Los científicos comenzaron a buscar respuestas hasta que dieron con la causa. Según un informe publicado en The Guardian, la crisis climática ha llevado a la aparición de pequeños escarabajos de corteza. Las secoyas tendrían que ser resistentes a estos insectos, pero la combinación con largos periodos de sequía y el daño de incendios forestales cada vez más frecuentes han reducido su inmunidad a las plagas.

De forma natural las secuoyas gigantes mueren después de 3.000 años más o menos, los árboles más antiguos, conocidos como monarcas, generalmente sucumben a su propio tamaño y colapsan. Sus troncos gigantes descansan en el suelo del bosque durante otro milenio. Pero la historia de los árboles gigantes casi indestructibles que se cuenta ya no es verdad.

Según un estudio elaborado por el Servicio de Parques Nacionales y el Estudio Geológico de Estados Unidos, y que saldrá publicado durante este año, pequeños escarabajos de la corteza de la familia Scolytinae reforzados por la crisis climática han comenzado a matar secuoyas gigantes. La investigación destaca que 28 secoyas de gran tamaño han muerto por la plaga desde 2014.

La combinación mortal es el estrés hídrico de las sequías junto a los daños por incendios que hace que las secuoyas sean susceptibles a las infestaciones de insectos. Unos insectos que en condiciones normales soportarían.

Uno de estos 28 monarcas fallecidos, apodado Lázaro, había resistido 2.000 años de sequías e incendios pero finalmente ha caído debido a la plaga de escarabajos.

“Este es un árbol que ha vivido 2.000 años de incendios, sequías, años húmedos, años secos, años cálidos, años fríos. Ha estado aquí más tiempo que los europeos en este país y está muerto. Y no debería estar muerto. No es así como mueren las secuoyas gigantes “, explica a The Guardian la Dra. Christy Brigham, responsable del bienestar de los ecosistemas en los parques nacionales de Sequoia y Kings Canyon.

Entre 2012 y 2014, la costa oeste de Estados Unidos vivió la peor sequía de los últimos 1.200 años. Pero, incluso cuando decenas de millones de árboles murieron a su alrededor en esta sequía histórica, la gran mayoría de las secuoyas gigantes parecían mantenerse firmes. Ahora todo apunta que esta sequía dejó mella en estos árboles.

El Dr. Nathan Stephenson, ecólogo forestal del Servicio Geológico de EEUU, observó en 2017 que una rama muerta, que mostraba signos de daño de escarabajo, había caído de una secuoya gigante. Los árboles seguían en pie desde 2014, pero las ramas caídas eran el primer indicio de lo que podría estar sucediendo.

Los investigadores del Servicio Geológico de EE. UU tomaron muestras de ramas vivas de la parte superior de las secuoyas que mostraban indicios de infestación de escarabajos.

“Cientos de escarabajos salieron de estas ramas. Volvimos la siguiente primavera y esa parte del árbol que había sido muestreada ahora estaba muerta”, explicó Stephenson.

Las secuoyas mostraban los signos de su inminente muerte desde arriba hasta abajo. Las ramas empezaban a morir siempre en la parte superior de la copa del árbol.

Stephenson asegura que es necesaria más investigación sobre cómo los escarabajos de la corteza están matando a las secuoyas gigantes, pero él tiene claro que “más allá de toda duda razonable en el conjunto limitado de circunstancias, que fue la sequía más severa registrada y que todos los árboles habían tenido un incendio reciente en su base, se pueden debilitar las secuoyas gigantes hasta el punto de que los escarabajos de la corteza pueden matarlos”.

A medida que los niveles de CO2 continúan aumentando, los incendios forestales crecen en intensidad. Uno de estos grandes incendio que California ha padecido recientemente es el denominado “Camp Fire”. Un gran incendio, ocurrido el otoño de 2018, y que arrasó más de 60.000 hectáreas

Aunque, el fuego ayuda a estos grandes árboles a sobrevivir porqué se quema la maleza y se regenera la tierra, la crisis climática hace que los incendios sean más intensos, más regulares de lo que deberían ser, y afectando negativamente a estos árboles.

Ante tales factores negativos que aumentarán en un futuro los investigadores se preguntan que pasará con las secuoyas.

”Predecir el futuro es una tarea tonta. Pero esperaría un aumento de lo que ya hemos visto “, dice Stephenson.

Stephenson no espera los eventos de mortalidad generalizados que se observan en otros árboles en California, pero como enfatiza en The Guardian, “nadie ha visto esto antes”.

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