Según ha informado la Universidad de Barcelona (UB), el Grupo de Ecología de Aves Marinas de la UB, dirigido por el catedrático Jacob González-Solís, y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad(IRBio, por sus siglas en catalán) han sido dos de las instituciones que han colaborado en el estudio científico, liderado por BirdLife Internacional.
La OSPAR ha designado la nueva área marina protegida, denominada NACES (Corriente del Atlántico Norte y la Montaña Submarina Evlanov), a raíz del llamamiento de este equipo internacional para defender la conservación de la región descrita en su estudio.
La investigación, publicada en la revista ‘Conservation Letters’, destaca la alta biodiversidad y abundancia de pájaros marinos localizada en medio del Atlántico Norte, delimitada por la fractura de Charlie-Gibbs (norte), los grandes bancos de Terranova (oeste), la dorsal atlántica (este) y las Azores (sur).
Cinco años para declararla
González-Solís ha subrayado que el área protegida NACES “se propuso por primera vez en 2016 y han tardado cinco años en declararla como zona protegida”.
El catedrático ha explicado que “es la primera vez que se ha documentado un valor similar en las concentraciones de pájaros marinos en una región de alta mar”.
El estudio, que ha monitorizado 21 especies de pájaros marinos y 56 colonias, señala que las aves marinas representan uno de los grupos biológicos más amenazados del planeta y que la región ártica conformaría la zona oceánica más importante para la alimentación de los pájaros marinos del Atlántico Norte.
González-Solís ha considerado “decisiva” la designación de esta área marina como zona protegida porque 17 de las 21 especies estudiadas en el trabajo se encuentran en declive poblacional por diferentes amenazas.