Un pseudocereal con alto valor nutritivo y poca necesidad de agua, podría ser una pieza clave para el futuro de la agricultura en Chile, el país con la mayor crisis hídrica del continente americano y aquejado desde hace una década por una megasequía.

amaranto

Un grupo de investigadores de la estatal Universidad de Chile lleva dos años estudiando la evolución de cuatro especies distintas de este superalimento en diferentes zonas del valle central del país, entre ellas Valparaíso y Maule, las más afectadas por la desertificación.

“Frente a una condición de cambio climático, es una alternativa rentable para los agricultores”, aseguró Cecilia Baginsky, académica del Departamento de Producción Agrícola de la universidad.

El estudio consiste en someter al cultivo originario de México a diferentes niveles de estrés hídrico, desde un riesgo completo hasta la ausencia total de agua, para ver cómo evolucionan sus características nutricionales y averiguar la mejor fecha para su siembra.

Según los investigadores, cuando el amaranto sufre la falta de agua “concentra sus componentes nutricionales”, como los antioxidantes.

“Va a rendir menos, pero el amaranto va a resistir, va a producir flores y grano, a diferencia del trigo o el maíz”, indicó Baginsky

El superalimento, cuyo grano es seco y se consume machacado, formaba parte de la dieta cultural azteca y es “muy saludable” porque tiene una alta cantidad de proteínas y aminoácidos, lo que le hace además “saciante y consistente”, agregó la experta.

Su incorporación a la dieta chilena puede ser además beneficiosa para combatir enfermedades cardíacas o incluso la depresión, pues tiene una alta proporción de vitaminas que incentivan la serotonina.

Chile, que vive su peor sequía en seis décadas, es el país con la mayor crisis hídrica de todo el hemisferio occidental y el 76 % de su territorio está afectado por la falta de agua, según Greenpeace.

La situación es especialmente crítica en la zona central, donde en 2019 cayó la menor cantidad de precipitaciones desde que se tienen registros y miles de habitantes reciben agua diariamente gracias a camiones aljibes.

Las organizaciones ecologistas denuncian que el modelo de agua chileno, cuyo origen se remonta a la economía neoliberal instaurada durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ha agravado la sequía que vive el país como consecuencia de la crisis climática.

Chile es uno de los países con el mayor nivel de privatización del mundo y los expertos calculan que el 80 % de los recursos hídricos del país están actualmente en manos privadas.

Fuente: EFEverde

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