Afganistán ha sufrido el aumento de las temperaturas y la sequía durante años. ¿Qué significa la llegada al poder de los talibanes para la lucha de Afganistán contra el cambio climático?

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40 años de guerra han golpeado con mucha dureza a Afganistán. En el país, están cada vez más preocupados por los efectos del cambio climático: hace más calor y llueve menos. Además, con la llegada al poder de los talibanes, también existe una gran incertidumbre política.

"El país sufre como ningún otro el cambio climático y sus consecuencias. Sin apoyo, se corre el riesgo de que allí se produzca una catástrofe humana", dice Basir Feda, jefe del departamento de Afganistán de la Fundación Berghof de Berlín, una organización no gubernamental que trabaja por la resolución de conflictos y la consolidación de la paz.

Desde mediados del siglo XX, la temperatura en el país ha ascendido en un promedio de 1,8 grados Celsius (3,24 Fahrenheit). En el resto del mundo y durante el mismo periodo, el ascenso fue de 0,82 grados Celsius. Pero, en Afganistán, las sequías son cada vez más comunes, y los expertos asumen que, en el futuro, habrá periodos de sequía extrema cada año.

Según Naciones Unidas, entre 2017 y 2018, en Afganistán hubo más desplazados internos debido a la sequía que a los conflictos bélicos. En la actualidad, el país se encuentra de nuevo en un período de sequía prolongado. Millones de personas podrían pronto padecer hambrunas, advierte el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).

El PMA afirma que necesita 200 millones de dólares (170 millones de euros) al año para continuar con su labor en Afganistán. A pesar del cambio de poder en el país, el personal de la organización puede permanecer allí y brindar apoyo humanitario.

Sobre todo, urge transportar alimentos a las regiones montañosas del país, antes de que estas áreas se vean totalmente aisladas y sin acceso a alimentos y a otros productos, en invierno, comenta a DW Oli Brown, miembro del grupo de expertos políticos de Chatham House, en Londres.

"A corto plazo, el gran desafío es proporcionar alimentos al pueblo de Afganistán", asegura Brown. Casi la mitad de los 30 millones de habitantes del país vive por debajo del umbral de pobreza y un tercio sufre una grave inseguridad alimentaria.

"Si la comunidad internacional puede o no ayudar, depende ahora de si los talibanes lo permiten. ¿Permitirán que se pueda abastecer a la población?", se pregunta el experto.

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