Ha registrado una de las primaveras más soleadas y secas entre los meses de abril y mayo, desde el inicio de los registros climáticos en el siglo XIX, según un informe del Real Instituto Meteorológico.

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Según el análisis, en la estación bruselense de Uccle se recogieron durante el mes de abril 19 litros por metro cuadrado de precipitaciones y, durante el mes de mayo (con datos actualizados hasta el día 26), apenas 5,4.

“Hay que remontarse a 1833 para encontrar un mayo más seco, cuando sólo se recogieron 1,4 litros por metro cuadrado de lluvia. En otras zonas también el tiempo sigue siendo muy seco a excepción de algunos chubascos, especialmente desde finales de abril”, afirmó el IRM.

A falta de que se cierren los datos definitivos de este mes, la combinación de abril y mayo será “muy probablemente” (ya que no se esperan chubascos durante este fin de semana) la más seca de los registros históricos.

“El récord actual es de 25,9 litros por metro cuadrado en 1893. Si no se registran nuevas precipitaciones hasta finales de mayo, entonces la cantidad total durante estos dos meses será de 24,4”, detalló el informe.

Además de las lluvias, desde el instituto belga se incide en el “notable” nivel de luminosidad y en la baja humedad relativa que imperan estos meses.

En concreto, el mes de abril contó con 277 horas de sol, según los datos recogidos por la estación de Uccle. Una cifra notablemente superior a las 159 horas habituales que se dan de media mensual.

Pese a que es difícil que se bata el récord absoluto de mayo, el informe sí apunta a que “aún se podría romper el récord de la primavera más soleada (707 horas en 2011).

En la actualidad (datos hasta el día 25), el sol ya ha brillado 654 horas en Uccle esta primavera”.

Respecto a la humedad relativa, las cifras se sitúan “en torno al 30% o menos” durante estos dos últimos meses, unos valores “muy bajos”.

Para entender estos datos, el IRM detalló que “la principal razón” de esta falta de precipitaciones se explica por un “patrón persistente y estancado” que se puede comprobar en los mapas meteorológicos de las últimas semanas.

“Europa Occidental y las islas Británicas son más susceptibles a desarrollar zonas de alta presión atmosférica, lo que está impidiendo que las precipitaciones lleguen a nuestras regiones. Además, estamos lidiando con vientos del este o del noreste, que son generalmente muy secos, y a veces bastante cálidos para esta época del año”, apunta la institución pública belga.

También se reflejan en el comunicado las proyecciones a futuro y la incidencia del cambio climático: dos factores que van de la mano a la hora de calcular cómo puede desarrollarse la climatología nacional en los próximos años.

En este sentido, el IRM señala que, según los modelos climáticos que manejan para las próximas décadas, “el calentamiento global aumenta el riesgo de un clima extremo”, con el incremento de las sequías como uno de los ejes fundamentales de este fenómeno.

“Efectivamente podemos esperar más sequías antes de finales de este siglo. (…) Los resultados de las investigaciones indican que habrá alrededor de un tercio más de sequías anormales y que el número de sequías excepcionales será cinco veces mayor en comparación con los datos históricos”, concluye.

Fuente: EFEverde

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