La variedad de cereal producida con la tecnología HB4 facilita el cultivo en zonas secas, según destacan sus promotores.

Crédito: LA NACIÓN

Crédito: LA NACIÓN

El ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina ha aprobado el uso de la tecnología HB4 para el cultivo de trigo transgénico con tolerancia a la sequía. Pendiente todavía de algunos trámites administrativos, el HB4 podría convertirse en breve en el primer trigo transgénico comercializado en todo el mundo.

Los primeros ensayos de modificación genética en laboratorio para la producción de nuevas variedades de trigo se llevaron a cabo en la década de 1990. Durante los últimos 10 años se han producido más de una docena de variedades transgénicas de este cereal, principalmente las que confieren resistencia a algunos insectos, hongos, virus y herbicidas.

Desde 2013 han sido comunicados a escala internacional casi 500 ensayos de campo (la gran mayoría de ellos en Estados Unidos) con diversos tipos de trigo transgénico pero hasta ahora ninguno de ellos había concluido con la aprobación de cultivo y comercialización.

El desarrollo de trigo transgénico ha provocado durante los últimos años una fuerte respuesta y acciones de protesta por parte de grupos ecologistas, agricultores y administraciones regionales. Uno de los puntos clave en la oposición a estos nuevos cultivos es el riesgo de que el trigo transgénico (incluso en el caso de que se cultive en zonas controladas) transmita sus semillas (contamine, según la interpretación de algunos sectoes críticos) a cultivos de trigo no transgénico.

El cultivo y comercialización de trigo transgénico, por otra parte, podría afectar los mercados internacionales de trigo convencional, con el agravante de que hasta ahora resulta muy difícil detectar la presencia de variantes transgénicas en productos de alimentación.

La autorización de la tecnología HB4 en Argentina ha sido confirmada a través de una nota oficial del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de este país, junto con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la empresa Bioceres, encargada del desarrollo comercial.

La comercialización de trigo HB4 en Argentina se encuentra condicionada a la aprobación por parte de Brasil, país que es el principal importador, según han destacado las administraciones competentes en Argentina. La aprobación en Brasil puede verse afectada por diversos problemas burocráticos y de competencia pero en principio el gobierno que preside Jair Bolsonaro ha mostrado en diversas ocasiones su apoyo a las variedades agrícolas transgénicas.

La nota informativa difundida por COCINET está dedicada totalmente a elogiar el desarrollo del nuevo trigo transgénico y relatar las tramitación de sus permisos en diversos países, además de asegurar que esta tecnología has superado los requerimientos legales y no comporta riesgos para la salud humana.

“Desarrollada por un grupo de biólogos/as moleculares e investigadores/as argentinos/as, liderados/as por la investigadora Dra. Raquel Chan, Directora del Instituto de Agrobiotecnología del Litoral (IAL, CONICET-UNL), en alianza con la empresa argentina de biotecnología agrícola Bioceres, la tecnología HB4 permite obtener semillas más tolerantes a la sequía, minimizando las pérdidas de producción, mejorar la capacidad de adaptación de las plantas a situaciones de estrés hídrico y dar mayor previsibilidad a los rindes por hectárea”, indica COCINET.

La tecnología aprobada “es el resultado de una colaboración público-privada de más de 15 años entre la empresa y el grupo de investigación liderado por la Dra. Raquel Chan, responsable del descubrimiento. Las variedades de trigo HB4 son desarrolladas por TrigallGenetics, un joint-venture entre Bioceres y Florimond Desprez de Francia, una de las empresas líderes a nivel mundial en genética de trigo.

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, ha felicitado a los autores del desarrollo con estas palabras. “Es un largo camino y un largo desarrollo donde se sintetiza este concepto de la necesidad de que cuando uno quiere llevar un desarrollo científico básico al mercado y a la producción tiene que recorrer la alianza público privada, y es un camino que a la Argentina le ha costado transitar pero que la pandemia ha acelerado” y agregó que “estos mecanismos son los que realmente permiten que nuestro país sea competitivo porque le agrega valor y conocimiento a nuestros productos”. Asimismo, detalló que “si algo ha marcado esta pandemia es la necesidad de tener un sistema científico tecnológico consolidado para dar respuestas”.

“La decisión de la autoridad regulatoria argentina se da luego de la aprobación varios años de estudios experimentales que llevaron a la conclusión científica de la Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA) que no difieren significativamente de los riesgos inherentes al cultivo convencional. En tanto el SENASA concluyo que el presente trigo HB4 es inocuo para la alimentación humana y animal”, aseguran los promotores.

El proceso para la autorización del trigo HB4 ha sido iniciado ya en Estados Unidos, Uruguay, Paraguay y Bolivia; mientras que la empresa promotora prepara presentaciones para Australia y Rusia, así como en otros países de Asia y África.

Fuente

Noticias Relacionadas

Histórico acuerdo de igualdad salarial en el fútbol de Estados Unidos

Leer Nota

Masacre en Texas: Al menos 19 alumnos y 2 maestros asesinados

Leer Nota

Dia Mundial de la Salud: "Nuestro planeta, Nuestra Salud"

Leer Nota

Millennials y generación Z: por qué se llama la "generación deprimida"

Leer Nota