Los últimos años no han traído buenas noticias para el Amazonas. La deforestación cada vez se intensifica más y con ella parece incrementar el número de incendios. Un buen ejemplo es lo que sucedió en Colombia y en Brasil en 2019. ¿Qué sucederá en los próximos años? ¿Cuál será el escenario para esta esta selva?
Esas preguntas las intentaron responder científicos estadounidenses y brasileros. Para hacerlo crearon un modelo en el que combinaron datos sobre la evolución de la deforestación y el cambio climático entre el 2000 y 2050 con el número de quemas y las características que suelen tener.
Su trabajo, publicado en la revista Science Advances, muestra que el panorama no será nada alentador para esa región en las próximas tres décadas. En caso de que se mantenga el ritmo actual de deforestación, los incendios serán mucho más severos. Es posible, aseguran, de que en 2050 se hayan quemado 15 millones de hectáreas de selva.
Sin embargo, el escenario puede ser mucho peor. Con el cambio climático, advierten, esos incendios serán mucho más intensos. Las hectáreas, entonces, incrementarán hasta 22 millones. Un ambiente menos húmedo y una radiación mucho mayor serán algunos de los factores que imposibilitarán una recuperación de la selva.
Hay otra cifra que, según el modelo de estos investigadores, genera mucha inquietud. En 30 años la tala y las quemas generarán 17 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Todo parece indicar que, como lo dijeron en febrero de 2018 los conocidos científicos Carlos Nobre y Thomas Lovejoy, la Amazonía está acercándose a su punto de no retorno.