Los países de África acudirán a la Cumbre del Clima (COP25) que se desarrollará en Madrid a partir del 2 de diciembre con la exigencia de más apoyo internacional y ayuda financiera, por destacar como una de las regiones más vulnerables a la crisis climática aunque sea una de las que menos contamina.

sequiaafrica

La postura africana quedó definida a mediados de este mes, en una conferencia ministerial sobre el medioambiente celebrada en Durban (Sudáfrica), donde los gobiernos de la región enfatizaron que el mundo debe atender las “circunstancias especiales de África” en relación a los retos del cambio climático.

Los efectos de esa vulnerabilidad pueden apreciarse con solo echar un vistazo al mapa de los últimos grandes fenómenos meteorológicos en el continente: severa sequía en el sur, inundaciones y corrimientos de tierra en el centro o ciclones con más de un millar de muertos en la costa suroriental africana, hace solo unos meses.

“Los países africanos afectados por estos eventos extremos y graduales son los países con menos capacidad” y más “retos de desarrollo”, recuerda la declaración sobre el clima alcanzada en Durban, en la última edición de la Conferencia Ministerial Africana sobre el Medioambiente (AMCEN, por sus siglas en inglés), que integra a las 54 naciones del continente.

En este marco, además de reiterar el apoyo de África al Acuerdo de París (2015) y otros mecanismos globales contra la crisis del clima, los gobiernos africanos reclamarán en Madrid más apoyo, tanto para abordar las necesidades de “adaptación” a un futuro de cambio climático y mayores obligaciones ambientales, como para afrontar las “pérdidas y daños” de los desastres que ya arrasan el continente.

Enfatizarán, además, la “relación intrínseca” entre la respuesta al cambio climático y “el acceso equitativo a un desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza”, defendiendo que las naciones “desarrolladas deben proveer recursos financieros para asistir a los países en vías de desarrollo”.

“Esa provisión y movilización de financiación climática de los países desarrollados debe implicar un avance más allá de los esfuerzos previos”, acordaron los países africanos en Durban.

Más específicamente, reclamarán la implementación total de herramientas como el Mecanismo Internacional de Varsovia sobre Pérdidas y Daños y también dotar otros, como el Fondo de Adaptación y el Fondo Verde del Clima (GCF, por sus siglas en inglés), de un modo acorde a los ambiciosos desafíos que enfrenta África.

“Aunque que el reaprovisionamiento del Fondo Verde del Clima se esperaba que doblase la movilización inicial de 10.300 millones de dólares para promover un cambio de paradigma hacia un desarrollo con bajas emisiones y resistente al clima, la cantidad actualmente prometida es de 9.600 millones”, ejemplificaron los países africanos.

Si bien se estima que África causa menos del 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según datos del Banco de Desarrollo Africano (AfDB), este continente es el que más sufre las repercusiones del cambio climático, junto al sudeste asiático.

De los diez países del mundo más amenazados por la crisis climática, siete son africanos: Sierra Leona, Sudán del Sur, Nigeria, Chad, Etiopía, la República Centroafricana y Eritrea; todos ellos sacudidos por episodios recientes de sequía, hambre, desertificación o inundaciones.

En estos mismos países, sin embargo, la huella de carbono per capita llega a ser hasta 160 veces menor que la de, por ejemplo, los habitantes de Estados Unidos, Australia o Canadá, según cifras publicados en la plataforma de investigación global Our World in Data.

En la actualidad, mientras que regiones de Somalia o Etiopía en el África oriental atraviesan fuertes inundaciones; la falta de lluvia mantiene simultáneamente a unos 45 millones de personas en riesgo de “grave inseguridad alimentaria”, según la ONU, repartidos por 16 países de la franja meridional del continente.

Pero no solo las personas están sufriendo las consecuencias de la sequía, sino que, además, en países como Zimbabue, Botsuana o Namibia, decenas de animales de especies amenazadas (tales como los elefantes) han muerto ya por la falta de agua en los grandes parques naturales de la zona.

Esta situación es todavía más dramática si se contrasta, por ejemplo, con los devastadores efectos e inundaciones del paso de los ciclones Idai y Kenneth por Mozambique, Malaui, Zimbabue y Tanzania, hace solo unos meses, con más de un millar de muertos.

En el sur de África, de hecho, las temperaturas han crecido más del doble que el ritmo del calentamiento global, según el Instituto del Cambio Global de la Universidad de Witwatersrand de Sudáfrica.

Si se mantienen los actuales niveles globales de emisiones contaminantes, la temperatura en algunas zonas del interior del continente africano aumentaría unos 5 ó 6 grados ya para el final de este siglo, lo que supone cifras bastante por encima del riesgo que acecha al resto del planeta.

La cumbre de Madrid será la XXV Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático (COP, por sus siglas en inglés), un órgano que reúne a los 195 países firmantes de la convención que en 1994 reconoció el cambio climático para adoptar decisiones en torno al clima.

Fuente: EFEverde

Noticias Relacionadas

El Mediterráneo Occidental se une frente a la sequía y el cambio climático

Leer Nota

¿Puede la carne sintética eliminar el maltrato animal y aliviar la crisis ambiental?

Leer Nota

La deforestación en la Amazonía alcanza su mayor nivel en febrero

Leer Nota

El cambio climático alterara la hibernación de los osos pardos a largo plazo

Leer Nota