En Kenia no se producían plagas tan graves de estos insectos desde hace 70 años, y en Etiopia y Somalia se trata de la peor situación en 25 años.

Crédito: Tony Karumba / AFP

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Las alertas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (conocida como FAO por su siglas en inglés) no deberían caer nunca en saco roto... Y menos cuando afectan al medio ambiente y la seguridad alimentaria de millones de personas en zonas tan sensibles como África.

La más reciente de las alertas internacionales de la FAO, publicada el 20 de enero, advierte de que “el repunte de la plaga de langosta en África oriental hace necesaria una campaña de control transfronteriza a gran escala” y detalla que “los voraces enjambres amenazan a toda la subregión” por lo que la FAO ha decidido ampliar su “respuesta de emergencia”.

La corresponsal de Reuters en Jigjiga (Ethiopia), Giulia Parvicini, había relatado unos días antes el caso del agricultor Ahmed Ibrahim, uno de los miles de afectados por la invasión de las langostas. “No tenemos nada más para vender en el mercado. ¿Cómo voy a alimentar a mis ocho hijos?”, explicaba el agricultor a la periodista en un paisaje cubierto por langostas que devoran todo tipo de vegetales a su paso.

Desde Samburu, en Kenia, EuroNews destacaba que “nubes de langostas inundan el cielo del condado, en la plaga más grave de los últimos 25 años en África oriental”.

Las langostas están devorando las cosechas y obligando a miles de personas a desplazarse para evitar su presencia. El secretario del gabinete del Ministro de Agricultura de Kenia, Peter Munya, ha tratado durante los últimos días de de transmitir un mensaje de tranquilidad explicando a la población que “lLa fulmigación química se está llevando a cabo desde aviones, incluyendo aviones militares”, detalla EuroNews.

La protagonista de esta situación preocupante (tanto para las personas como para el medio ambiente en general) es la langosta del desierto (Schistocerca gregaria). Como recuerdan los manuales naturalistas, la langosta del desierto es una especie de ortóptero celífero cuyas plagas han dañado la producción agrícola de África, Oriente Medio y Asia durante siglos.

Como su nombre científico indica eta especie del género Schistocerca destaca por su capacidad gregaria, con una habilidad especial para crear enjambres que facilitan su rápida reproducción (sis individuos pueden tener cinco generaciones consecutivas en un año).

Como destacan los expertos en plagas de la FAO, la langosta del desierto es uno de los insectos con mayor capacidad de vuelo y resistencia a las condiciones ambientales adversas.

El brote actual de esta especie está afectando diversas zonas de Somalia, Etiopía, Sudán, Djibouti y Eritrea, con posible expansión inmediata a Sudán y Uganda.

La alerta difundida por la FAO detalla que “los enjambres de langosta del desierto en Etiopía, Kenya y Somalia -que tienen ya un tamaño y un potencial destructivo sin precedentes- podrían crecer de forma exponencial y propagarse a más países de África oriental si no se intensifican de forma masiva los esfuerzos para combatir esta voraz plaga en toda la región”.

”Se trata de una amenaza de dimensión internacional que pone en peligro la seguridad alimentaria de toda la subregión.

La FAO está activando mecanismos urgentes que nos permitirán actuar con rapidez para apoyar a los gobiernos en la organización de una campaña colectiva para hacer frente a esta crisis”, afirmó el Director General de la FAO, QU Dongyu.

”Las autoridades regionales ya han puesto en marcha actividades de control, pero en vista de la magnitud y la urgencia de la amenaza, se necesita un apoyo financiero adicional de la comunidad internacional de donantes, para que puedan acceder a los equipos y recursos necesarios para llevar a cabo el trabajo”, dijo Qu. “La FAO -añadió- está lista para aprovechar su experiencia y facilitar una respuesta regional coordinada”.

Las recientes condiciones meteorológicas en África oriental han creado condiciones que favorecen la rápida reproducción de las langostas. Si no se combaten, el número de estos insectos devoradores de cosechas podría multiplicarse por 500 para el próximo mes de junio.

Estos enjambres -con incluso cientos de millones de insectos- pueden desplazarse 150 km por día, devastando los medios de vida rurales en su incesante esfuerzo por alimentarse y reproducirse. La langosta del desierto devora su propio peso en alimentos cada día, alrededor de dos gramos.

Los enjambres continúan llegando a Kenya desde Etiopía y Somalia y se están extendiendo rápidamente hacia el centro del país.

En Etiopía, los insectos se desplazan de manera constante hacia el sur, en dirección al Valle del Rift, el granero del país.

Etiopía y Somalia no habían visto enjambres de langostas del desierto de esta magnitud en los últimos 25 años, mientras que Kenia no se enfrentaba a una amenaza de langosta igual desde hacía 70 años.

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