Jessica Nabongo será la primera mujer negra en visitar todos los países del mundo.

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Crédito: thecatchmeifyoucan.com/blog

Hace dos años y medio, Jessica Nabongo comenzó una misión para ser la primera mujer negra en visitar todos los países reconocidos por las Naciones Unidas.

Nacida en Detroit, Michigan, Estados Unidos, hija de padres inmigrantes ugandeses, para Nabongo viajar no es algo extraño: tomó su primer vuelo internacional a los 4 años. Desde entonces, ha vivido y trabajado en el extranjero en varios momentos de crecimiento profesional como trabajadora de desarrollo internacional.

Cuando decidió comenzar con esta misión en 2017, Nabongo ya era una viajera experimentada y ya había estado en aproximadamente 20 países diferentes; ahora, solo le quedan visitar 20 países para cumplir su meta. Ella ya ha compartido sus experiencias de viaje a 135 países en su blog "Catch me if you can".

Nabongo trabajó anteriormente para la ONU, y como mujer negra e hija de inmigrantes, dijo que su perspectiva sobre los viajes es diferente de las narrativas de viaje tradicionales, que tienden a estar conformadas por las opiniones occidentales, centradas principalmente en “mostrar pobreza porno” y las experiencias de los hombres blancos.

Si bien muchos influencers de viajes comparten bellas fotos acompañadas de una gran cantidad de hashtags, las fotos de Nabongo en Instagram cuentan historias educativas con datos sobre sobre el lugar que está visitando.

Si bien es importante para ella que sus seguidores aprendan más sobre el mundo a través de sus viajes, lo que realmente quiere que ellos sepan es que el mundo tiene un gran problema con el plástico, algo de lo que se dio cuenta más recientemente como resultado de sus viajes.

Mientras crecía en Detroit y luego vivía en la ciudad de Nueva York, Nabongo dijo que nunca pensó demasiado sobre el uso del plástico, pero dos experiencias en particular la obligaron a despertarse.

El primero fue en un viaje a Kigali, Ruanda, donde las bolsas de plástico han quedado prohibidas desde 2008. Nabongo se dio cuenta de la prohibición tan pronto como salió del avión, cuando un funcionario del aeropuerto le confiscó la bolsa de plástico que llevaba.

Viajando a través de Kigali, Nabongo notó que las calles estaban limpias y sin plástico, un gran contraste con lo que vio cuando viajaba desde Dakar, Senegal, a Gambia, donde recordó haber visto plástico en los costados de las carreteras.

Pero no fue hasta que visitó una playa en Côte D’Ivoire que decidió que tenía que alzar su voz en contra del uso generalizado del plástico.

Antes de su visita, la gente describió la playa como de una gran belleza, por lo que cuando Nabongo finalmente llegó a la playa, se sorprendió al ver que estaba llena de desechos plásticos.

Ahora, a Nabongo no le importa ser quien brinde una conferencia sobre el impacto de los palillos de plástico en la mesa o avergonzar a su madre en la tienda de comestibles llevando todas sus compras en sus manos cuando se olvida de traer una bolsa reutilizable.

Como ávida viajera, Nabongo dijo que se dio cuenta de que las aerolíneas y los hoteles son algunos de los mayores culpables cuando se trata del uso imprudente de plástico. Durante un vuelo de larga distancia, Nabongo se dio cuenta de que a una persona se le podían dar hasta cuatro tazas de agua de plástico diferentes, por lo que ahora ella ha decidido llevar sus propias tazas reutilizables en los vuelos. Y a pesar de que los asistentes de vuelo a veces son reacios a dejarla usar su propia taza, Nabongo dijo que ella insiste. Hay algo mucho más grande en juego: la salud del planeta.

Ella planea mejorar aún más la experiencia llevando sus propios cubiertos y reduciendo su uso de plástico mientras viaja en tantas otras pequeñas formas como puede, como por ejemplo usar solo un bote de basura (y por lo tanto solo una bolsa) en habitaciones de hotel con más de un bote de basura.

Ella además trabaja para instar a otros a tomar medidas similares cuando puedan. Cuando viaja, no siempre es posible beber agua del grifo, por lo que las botellas plásticas de agua pueden ser inevitables, pero Nabongo sugiere traer una botella reutilizable de agua y optar por usarlas cuando sea posible. También alienta a las personas a traer sus propios jabones y champús y reutilizar esas botellas, en lugar de usar las botellas pequeñas que los hoteles proporcionan diariamente.

El desperdicio de plástico es una de las muchas cosas que Nabongo espera que sea un problema importante en los próximos 10 años. También está profundamente preocupada por el gran aumento de la desigualdad en los ingresos, y la migración masiva impulsada por dificultades económicas extremas, que se está convirtiendo cada vez más en un problema en muchos lugares. Pero frenar el problema de los desechos plásticos del planeta es un problema en el que los individuos pueden comenzar a trabajar incluso en casa a través de pequeños cambios en sus acciones diarias.

Nabongo planea alcanzar su meta de visitar su 195º país, Seychelles, este octubre. Y aunque quiere seguir luchando contra la contaminación plástica después de eso, dice que su próxima misión es desconectarse y dormir.

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