A un grupo de biólogos y buzos del servicio de guardacostas de Italia le llevó más de 48 horas tratar de liberar a un cachalote que se ha quedado atrapado en una red ilegal de pesca cercana a la isla de Salina en Sicilia.
El enorme tamaño y el estado de agitación del animal han hecho que la operación se complique. ”La ballena parece haberse vuelto loca”, ha dicho Carmelo Isgrò, biólogo y buzo, a la prensa italiana este lunes. Pensamos que después de 24 horas se cansaría, pero en cambio no está facilitando nuestro trabajo”. Isgrò ha añadido además que el trabajo es “muy arriesgado” ya que el cachalote “no deja de moverse” debido a lesiones y las redes “continúan rasgándole la piel”.
Es la segunda vez que un cachalote ha quedado atrapado en redes de pesca ilegal en el área en las últimas semanas. Greenpeace Italia ha pedido a Teresa Bellanova, la ministra de agricultura italiana, que prohíba las redes de deriva. “Es inaceptable que esta especie esté amenazada por redes que han sido ilegales en Italia durante unos 20 años, pero que algunas continúan usándolas con impunidad”, escribió la organización en su página de Facebook.
