La semana pasada en una audiencia pública la Corte Constitucional en Colombia escuchó múltiples voces del país y del exterior para tomar una decisión sobre el caso de Chucho

Crédito: Zoológico de Barranquilla / EFE

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El oso Chucho, un ejemplar de oso de anteojos (Tremarctos ornatus ) que nació en semicautiverio hace 24 años en una reserva natural del departamento de Nariño (Colombia), es el centro de un debate jurídico en este país sudamericano porque su caso llegó a la Corte Constitucional, que estudia qué animales pueden ser sujetos de derecho. “Liberar” o no a Chucho, que desde 2017 vive en el Zoológico de Barranquilla, es el dilema al que están enfrentados los magistrados de la Corte Constitucional.

El caso de Chucho comenzó cuando la Corte le concedió al animal un habeas corpus, una acción judicial que se creó para ordenar la libertad de los seres humanos, pero que terminó protegiendo los derechos del oso. Sin embargo, el zoológico de Barranquilla, a donde llegó el animal hace unos años, interpuso una tutela (recurso de amparo) alegando que se violó el debido proceso.

El oso nació en la Reserva Río Blanco de Manizales con el objetivo de repoblar la zona, pues su especie está en riesgo de extinción, pero no se logró. Fue posteriormente donado a la Fundación Zoológica y Botánica de Barranquilla porque se consideró que estaba en cautiverio y en el zoológico había una osa que acababa de perder a su pareja y podrían unirse, pero esto tampoco se logró.

La discusión y la decisión de qué pasará con Chucho está en el punto de mira en cuanto a los derechos animales en Colombia, donde un hombre fue condenado en 2017 a seis meses de prisión por maltrato animal y hurto calificado por robar y comer carne de gato. En Colombia, que reconoce a los animales como “seres sintientes”, no está penalizado el consumo de carne de gato o de caballo, pero el maltrato animal puede ser castigado con penas de tres años de cárcel y multas.

La semana pasada en una audiencia pública de más de ocho horas la Corte Constitucional escuchó múltiples voces del país y del exterior para tomar una decisión sobre el caso de Chucho. “En un acto de responsabilidad judicial y democrática la Corte abrió un espacio a un diálogo democrático para escuchar múltiples voces frente a una situación que trasciende el propio caso de Chucho”, dijo a Efe el abogado colombiano Luis Domingo Gómez Maldonado, especialista en derecho constitucional y que asumió por su cuenta el caso del oso.

Gómez señaló que lo que busca es que a Chucho se le reconozca “personalidad animal y se le declare la titularidad de sus derechos” para que pueda regresar a su hábitat o que se le adecúen espacios lo más parecidos a su naturaleza. “Equivocadamente se cree que lo que se pide es que a Chucho y a los demás animales se les reconozca derechos en la misma medida y extensión que a los seres humanos y eso es un imposible racional”, aseguró.

El representante de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla, Carlos Andrés Puccini, dijo en la audiencia de la Corte que Chucho está en mejores condiciones que las que tenía antes. “Está demostrado que en la reserva corría peligro, incluso de muerte, y no se le podía brindar cuidado, desconociendo la prohibición del maltrato animal”, aseguró.

La bióloga de la Universidad del Magdalena y experta en osos andinos, Adriana Reyes, advirtió de que no se debe perder de vista al oso, que “necesita ser cuidado constantemente, tiene unos cinco años de vida”. Para algunos especialistas lo mejor es que Chucho se quede en el zoológico, pues temen que por su avanzada edad y el hecho de nunca haber vivido libre( nació en semicautiverio), no logre adaptarse y muera rápidamente.

El Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ricardo Lozano, aseguró que el Gobierno respetará las decisiones de la Corte y que está comprometido con políticas para dar más y mejores condiciones de vida a los animales. Recordó además que Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) presentó a comienzos del año pasado una campaña para la protección del oso de anteojos.

Juan Carlos Lozada, el representante a la Cámara, afirmó que ya hay legislación en el país en esa materia. “Es innegable que los animales en su condición de seres vivos tienen derecho a no ser sometidos a maltrato físicos, a vivir sin hambre o sed, a no ser sometidos a condiciones de estrés o miedo. Los animales tienen derecho a manifestar su comportamiento natural y a no sufrir de explotación”, dijo.

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