Del dromedario, huésped del MERS, al cerdo, causante de la pandemia de la gripe A (H1N1), quiénes fueron los principales responsables de los virus y síndromes que marcaron la agenda sanitaria

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Los datos son escalofriantes: el 60 % de las enfermedades infecciosas humanas son zoonóticas, es decir, se encuentran, en primer lugar, en un animal, y ya existen más de 200 tipos conocidos de zoonosis, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). La cifra, incluso, puede subir a 75 % para las enfermedades infecciosas nuevas y, entre los agentes patógenos responsables de estas enfermedades, uno de cada seis sería un virus, un tercio una bacteria y otro tercio parásitos.

“Las especies de vida silvestre son una fuente principal de diversidad de microbios y un importante reservorio de agentes de enfermedades infecciosas emergentes”, alertaba ya en 2013 el informe World Livestock. Changing disease landscape, elaborado por la FAO.

Cuando, a fin de 2019, el COVID-19 comenzó a expandirse por el continente asiático, las miradas se posaron sobre los llamados mercados húmedos de Wuhan, China, y sobre los murciélagos. Al día de hoy, La OMS sostiene que “probable” que un animal sirviera de huésped en la transmisión del SARS-CoV-2, lo que confirma el papel de estos como reservorios de virus capaces de infectar al hombre. Ahora bien, ¿cuáles son los principales animales responsables de la transmisión de virus y enfermedades de los últimos años?

Murciélagos

Con más de 1200 especies en el mundo, los murciélagos integran el segundo grupo taxonómico más específico de mamíferos después de los roedores. Estos animales, que desempeñan un papel de reservorio para un gran número de virus que afectan a los seres humanos, sin enfermarse ellos mismos, se han asociado a varios malestares zoonóticas, relacionados con enfermedades importantes en humanos y animales, incluido el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), los virus del ébola y marburg y el virus nipah (NiV), que apareció en 1998, detalla el estudio Enfermedades infecciosas en murciélagos, publicado por Jonathan H. Epstein.

Cerdos

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Los cerdos pueden desempeñar un rol de huésped intermediario para los virus gripales y el nipah, por ejemplo, surgido a fin de la década del 90 en Asia. Este animal, sensible a los virus humanos, también es propicio a las recombinaciones. Es, probablemente, lo que ocurrió durante la pandemia de H1N1 (gripe A) entre 2009 y 2010, inicialmente llamada “gripe porcina”. La cepa del virus habría surgido de un cerdo portador a la vez de la gripe aviar y la gripe humana.

Dromedario

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También conocido como camello arábigo, este animal de una sola joroba parece ser un gran huésped reservorio del MERS y una fuente animal de infección en el hombre. De acuerdo a datos de la OMS, esta enfermedad respiratoria vírica fue detectada por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Desde entonces, se detectaron casos en 27 países, como Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Egipto.

Monos

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Los primates oficiaron de huéspedes intermediarios para el VIH (a partir del Virus de Inmunodeficiencia en Simios, también conocido como VIS) y diversos investigadores creen que la enfermedad llegó inicialmente a los seres humanos a través de chimpancés salvajes que viven en África central. Si bien se calcula que la epidemia del sida apareció en Kinshasa, hoy República Democrática del Congo, hace unos 100 años, recién en la década del 80, la revista Science dio a conocer que un investigador pudo aislar el virus. El VIH, que continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, se cobró unas 33 millones de vidas, según la OMS.

Asimismo, se cree también que los monos pudieron transmitir el ébola. De acuerdo a investigaciones, el origen del brote habría sido la carne de algunos monos infectados de la especie Colobus roja que los chimpancés atacaban. Una de los científicos que llevaron a cabo las autopsias de los chimpancés infectados contrajo la enfermedad. Los brotes de ébola hoy tienen una tasa de letalidad que es de aproximadamente 50%, alerta la OMS.

Mustélidos (visones, comadrejas, nutrias y hurones)

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Los mustélidos son una familia de mamíferos, carnívoros, tanto terrestres como acuáticos, que en varias ocasiones fueron señalados como responsables de zoonosis virales, y en particular de aquellas provocadas por coronavirus. Entre ellos hay unas 60 especies diferentes, como los visones, comadrejas, nutrias y hurones, que supieron ponerse de moda recientemente. De acuerdo al Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-INIA), de España, los mustélidos pueden transmitir el COVID-19.

Asimismo, dentro de esta familia, la civeta fue señalada como huésped intermediario del SARS, que dejó 774 muertos a nivel global entre 2002 y 2003. Sin embargo, el dato no está confirmado aún.

Pangolín

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Conocido comúnmente como pangolín, el folidoto (debe su nombre al hecho de estar cubierto por escamas) es un mamífero placentario que corre peligro de extinción y que tiene 8 especies. Cuando comenzaron a conocerse los casos de COVID-19, este animal que habita principalmente en Asia y África quedó en la mira de investigadores chinos como el “posible huésped intermediario”, dada la cercanía de las secuencias genéticas del SARS-CoV-2 y un coronavirus que infecta al pangolín. Sin embargo, este hecho aún no está probado, aunque sí se sabe que este mamífero es el huésped natural de muchos virus.

Mosquitos

Aunque la palabra “zoonosis” se refiere a los animales vertebrados, los insectos, como los mosquitos, pueden transmitir diversas enfermedades, como la fiebre amarilla, el zika, el chikunguña, el virus del Nilo occidental, la encefalitis japonesa y la fiebre del valle del Rift. La especie aedes aegypti, por caso, transmite dengue, una enfermedad de prevalencia en las áreas tropicales y subtropicales, que produce un síndrome pseudogripal grave y en ocasiones puede derivar en un cuadro potencialmente mortal conocido como dengue grave. Según la OMS, la incidencia de la enfermedad se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años.

Aves

La gripe española (1918-1919), la gripe asiática (1957), la gripe de Hong Kong (1968), la H1N1 (en 2009 y 2010), todos estos virus responsables de grandes pandemias gripales, tuvieron directa o indirectamente un origen aviar. De acuerdo a investigaciones, otras dos cepas de origen aviar, H5N1 (entre 2003 y 2011) y H7N9 (desde 2013), dieron lugar en Asia a contagios directos con las aves infectadas, o en casos muy raros de transmisión interhumana. Las aves salvajes pueden constituir el punto de partida de esas epidemias, y las aves de criadero desempeñan muy a menudo un papel de “poblaciones amplificadoras”.

Zorros

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Este animal, al igual que los perros, gatos, hurones y mapaches infectados, puede contagiar de rabia a los humanos. Este tipo de enfermedad (que es diferente a la que contagian los murciélagos) es responsable de la gran mayoría de las 59.000 muertes anuales.

Ratones y ratas

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Los roedores también son conocidos por ser los reservorios de muchos virus, entre ellos, la fiebre hemorrágica de Lassa, endémica en varios países del oeste de África, y el hantavirus. En los Estados Unidos, las infecciones por hantavirus humano fueron identificadas por primera vez en el suroeste, en 1993. En años recientes, se presentaron casos esporádicos en varios estados del este. También en la Patagonia de la Argentina hubo un brote a fin de esa misma década.

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